Ceán, con su habitual deseo de claridad, describe en el título del catálogo de su colección de estampas, redactado probablemente a su vuelta a Sevilla en 1791, las características del mismo: su contenido, organización y cómo están estructurados los datos que incluye. Respetando el orden tradicional de acuerdo con la aparición y desarrollo del grabado en los distintos países de Europa, reseña 756 estampas grabadas por 170 artistas. Figuran primero 16 alemanes, con 100 obras; 56 italianos, con 301; 11 holandeses, con 85; 40 flamencos, con 168; 22 franceses, con 60, y 25 españoles, con 42. No hay ninguna estampa inglesa. Dentro de cada escuela los grabadores están ordenados cronológicamente y se cita cada estampa por su título en español. La precisión de los datos ha permitido identificar la mayoría de las estampas, casi todas obras sueltas o pertenecientes a series, pero no ha incluido ilustraciones de libros. No es una colección muy extensa, pero sí es la que corresponde a un entendido, a un verdadero «aficionado» que sabe elegir muy bien cada pieza que compra para reunir una verdadera antología del mejor grabado europeo.
Valentín Carderera compró la colección a los herederos de Ceán y, junto a la mucho más numerosa que él había reunido, pasó a la BNE tras su adquisición por el Estado en 1867.
Estrechamente relacionado con el Ensayo, Ceán escribió un Discurso sobre el discernimiento de las pinturas, dibuxos y estampas originales de las copias, fechado en Sevilla el 7 de octubre de 1791, texto muy interesante por su carácter didáctico, pues explica con mucha claridad los tipos y técnicas de dibujo y grabado habituales en su época y también hace referencias a su colección (Mss/21458/5).