En el Ensayo para el arreglo de su colección de 1791, Ceán reseña 100 estampas de 16 artistas alemanes, casi todas del siglo XVI, entre las que destacan, indudablemente, las 54 de Durero y, de ellas, algunas de las más famosas: La Melancolía, El caballero, la Muerte y el Diablo o San Jerónimo en su celda. En la Historia del grabado que empezó a escribir a finales de 1819 como introducción al catálogo de su nueva colección, trata de los orígenes de este arte en Alemania, sobre todo de la xilografía y su relación con el nacimiento de la imprenta. A continuación va citando a los grabadores más importantes de las distintas escuelas alemanas e indicando aquellos de los que tiene estampas que, sin duda, fue buscando de una manera selectiva y sistemática desde muy joven en Sevilla, donde se podían adquirir procedentes de toda Europa, y después en Madrid. Desgraciadamente, no se han podido localizar las fichas detalladas de cada estampa que figuraban en el catálogo de la colección en 1819 (1625, incluyendo álbumes e ilustraciones de libros), pero el texto de la citada introducción y los que se mencionan en su Historia del Arte de la Pintura de 1823 (manuscrito de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando) dejan entrever hasta qué punto Ceán era un gran experto en la materia, lo que le permitió reunir una buena selección de estampas de grabadores tan importantes como Heinrich Aldegrever, de los pintores Lucas Cranach y Cornelis Matsys o una selección de «Los pequeños maestros» como Sebald Beham y Georg Pencz.