La colección de estampas holandesas no era muy numerosa en 1791 (se han localizado 62 estampas de 11 grabadores) y, sin embargo, es muy interesante porque Ceán quiso reunir, dentro de las posibilidades que le ofrecía el mercado español, especialmente el sevillano, una pequeña antología en la que están representados no sólo los dos grabadores más importantes de la escuela: Lucas van Leyden y Rembrandt, sino también el mejor grabador de reproducción, Cornelis Cort, que «tradujo» con sus buriles los cuadros de los pintores italianos más importantes como Rafael o Tiziano. Además también tenía obras de los grabadores al aguafuerte de paisajes y animales tan característicos de esta escuela como Claas Berghem, Jan Visscher o Philips Wouwerman .
Sin duda, lo más interesante de esta colección son las 13 estampas de Rembrandt que figuran en el catálogo (en 1819 tenía 18 según dice en El grabado de estampas, de las que se sentía muy orgulloso pues era muy difícil encontrarlas en España. Entre ellas figura la del El regreso del hijo pródigo en la que se inspiró Murillo para pintar su famoso cuadro de la iglesia de la Caridad de Sevilla. La influencia de Rembrandt en Goya a través de los grabados se explica en parte gracias a una inscripción autógrafa de Ceán al verso de una estampa de la BNE (Invent/ 2713 imagen de anverso y reverso) que copia un lienzo de Teniers que dice: «Goya llevó 8 estampas de Rembrandt día 21 de Mayo» (de 1796). Se han podido localizar cinco de las estampas de Ceán que llegaron a la BNE a través de la colección Carderera.