Ceán Bermúdez fue el primero en reunir una información fundamental sobre la vida y la obra de los grabadores españoles o que trabajaron en España, que abarca entre 1524 y 1798 de modo que, hasta el siglo pasado, toda investigación sobre el grabado en España tenía que empezar por la consulta del Diccionario. En la tabla octava incluida en el tomo VI de la obra, dedicada a los grabadores en dulce o de láminas (pp. 177-182), se citan por orden cronológico 130 profesionales, muchos de los cuales desarrollaron su labor en las ciudades donde existían imprentas: Madrid, Sevilla, Zaragoza, Granada, Valencia, Toledo, Barcelona, Salamanca, etc. pues, en su mayoría, hasta el siglo XVIII se dedicaron a la ilustración de libros. Ceán era un gran bibliófilo y, además de proporcionar los datos biográficos de los grabadores, va dando noticia de sus estampas incluidas en los libros, que a menudo describe de manera clara y precisa, señal de que tuvo acceso directo a ellas. Esto se refleja en el índice de grabadores que figura al final del catálogo de su colección de estampas de 1819 (Mss/21458/1, pp. 64-72) en el que contabiliza las estampas incluidas en libros, mientras que en el Ensayo de 1791 solo reseña las estampas sueltas que tiene. En el Diccionario no solo cita a los grabadores profesionales sino que también anota las estampas que realizaron algunos pintores, la mayor parte de las veces al aguafuerte, muchas de las cuales él mismo poseía.
La Biblioteca Nacional de España conserva, entre las fichas manuscritas preparatorias para el Diccionario (Mss/22487- 22491), las correspondientes a los grabadores con apellidos que empiezan por la L hasta la Z. La mayoría son difíciles de leer, como el resto de las de este manuscrito por las manchas y el deterioro que sufrieron a causa del agua antes de llegar a la Biblioteca pero, aún así, se han reunido en este apartado para que sus textos se puedan consultar y comparar con los que aparecen en el Diccionario impreso (E/ 1262 – 1267 (PDF)).
Como se dijo en el apartado correspondiente al Diccionario histórico, los académicos de San Fernando decidieron que no se incluyeran en este las fichas correspondientes a los artistas que estaban vivos en 1799, de modo que Ceán tuvo que separarlas y guardarlas a la espera de una nueva edición. Se pueden consultar en este apartado las correspondientes a 21 grabadores, que contienen información de primera mano y muy actualizada, pues don Juan Agustín conoció personalmente a los grabadores y su obra, que reunió en gran parte según se deduce del Índice de su colección en 1819. Estas fichas, preparadas para imprimir por su cuidada redacción y su letra esmerada, además de los datos biográficos y las trayectorias académicas y laborales de los grabadores, citan sus obras más importantes hasta la última década del siglo XVIII. Entre ellas destaca la extensa y precisa información sobre los hermanos Juan Antonio y Manuel Salvador Carmona, este último el grabador más reconocido del momento. De ambos incluye un completo catálogo de sus obras, al igual que de las del discípulo de Manuel, Fernando Selma, y, sin embargo, no se encuentra en este grupo la ficha correspondiente a Goya ni como pintor ni como grabador, que quizá fue sustraída del conjunto antes de llegar a la Biblioteca Nacional.